La participación de distintos agentes en la financiación audiovisual ha permitido estructurar nuevos paradigmas: se trata de crear el modelo financiero que mejor funcione para cada proyecto. Con los actuales incentivos para la inversión, se han introducido modelos de negocio alternativos. Pero no siempre quedan claras las diversas opciones: ¿invertir en IP, en desarrollo, en producción o en el gap final? ¿Cuáles son las claves para estructurar la financiación de una coproducción internacional?